Créditos preconcedidos


Los créditos preconcedidos son cantidades de dinero que los bancos y cajas ponen a disposición de sus clientes de menor riesgo. Hoy en día, es un producto que se ha puesto de moda en todas las entidades. Muchas los ofrecen ya como un servicio bancario más para estos clientes.

Se trata de un préstamo muy rápido, que no necesita aprobación por parte del banco, sólo la solicitud del cliente ya que está “pre concedido”. Suele tratarse de préstamos de pequeñas cantidades, hasta 12.000 o 18.000 euros, que según la modalidad se puede usar como una línea de crédito de la que se va disponiendo hasta el límite pactado por el banco y abonando cuando uno puede.

A la hora de otorgar estos créditos preconcedidos el banco tendrá en cuenta el riesgo que le supone el cliente: su historial, sus productos contratados, su nómina, los saldos de sus cuentas, etc. Estos créditos preconcedidos se pueden solicitar sin realizar justificaciones, por teléfono, internet o incluso a través del cajero automático.

Este dinero preconcedido, disponible para el cliente, no costará nada mientras no se disponga de él. El crédito preconcedido es un servicio adicional que presta el banco y hasta que no se dispone del dinero no se devengarán intereses algunos. Es un producto muy interesante para financiarse en momentos especiales de consumo como las navidades, vacaciones, baches económicos, reformas del hogar o cualquier otro motivo.

Los tipos de interés oscilan entre el 7% y el 11% según la entidad. En caso de solicitar un préstamo a varios años se nos exigirán revisiones anuales para comprobar que continuamos cumpliendo los requisitos que se exigían (nómina, ciertos saldos de inversiones, etc).

Los créditos preconcedidos, por tanto, son de obtención muy rápida, pero no hay que confundirlos con los denominados créditos rápidos o créditos urgentes que ofrecen algunas entidades. Estos otros ofrecen menos dinero y cobran unos tipos de interés muy altos (hasta el 24 %); además, no están preconcedidos sino que se gestionan, se aprueban o rechazan con más rapidez.

Créditos urgentes


Los créditos urgentes se piden para cubrir necesidades inmediatas de liquidez, que no alcanzan a cubrirse únicamente con la tarjeta de crédito y donde los créditos al consumo o préstamos personales no suelen ser tan ágiles. Además, cuando una persona está en un bache económico o laboral le cuesta mucho cumplir con los requisitos de las entidades bancarias. También se utilizan cuando, buscando la discrección, no queremos revelar el destino del dineror.

Los créditos urgentes los que conceden intermediarios financieros tipo Cofidis, Cetelem, etc., así como los bancos y cajas de ahorro. Algunas empresas especializadas en créditos urgentes en realidad pertenecen a los mismos bancos que operan los préstamos hipotecarios y personales, pero estas pequeñas empresas subsidiarias están especializadas en el crédito urgente. Por ejemplo Mediatis pertenece al Banco Sygma o Crediagil al Santander.

La principal ventaja

Es la inmediatez, todas las compañías ofrecen disponer del crédito en 24 o 48 horas. Otra ventaja es que sólo suelen pedir las últimas dos nóminas, o el importe de la renta o del IVA trimestral si se es autónomo.

Desventajas

Las desventajas son muy serias porque van a perjudicar directamente a nuestro bolsillo a cambio de esa inmediatez:

El tipo de interés puede ser exageradamente elevado, especialmente si lo ponemos en comparación con los otros tipos de créditos. El tipo de interés puede llegar incluso al 25% TAE.

El plan de amortización, las cuotas de devolución del crédito que se nos ofrece no suele ser ni cómodo ni flexible. Se atienen a tablas y plazos prefijados y es imposible cambiarlas. A una cantidad determinada le corresponden una, dos o tres posibles plazos de amortización (por ejemplo a 24 y a 48 meses), pero no se puede negociar un plazo diferente, ni siquiera no plazo menor porque no lo ofrecen.

Ejemplo:

Hacemos una simulación en la calculadora de préstamos con el siguiente resultado:

Un préstamo de 3.000 euros a un interés TAE del 24,6%, que la entidad permite amortizar en 42 meses, es decir, 3 años y medio. La cuota mensual sería de 107.22 euros, lo que es bastante cómodo, pero tendremos que pagar 1.500€ sólo en intereses, es decir, la mitad de lo que pedimos lo pagamos en concepto de intereses y al final tenemos que devolver 4.500€.

Estas compañías de crédito reconocen que aunque seleccionan mucho los créditos que conceden, es inevitable tener una elevada morosidad que puede llegar al 10%. Este negocio de los créditos urgentes es para muchas personas el último de los recursos y cuando algo falla el riesgo de impago es elevado.

Los expertos, como ya hemos visto en las desventajas, advierten de los riesgos de recurrir a los créditos urgentes para hacer frente a los gastos extraordinarios ya que echar mano de estos productos no hace más que agravar el sobreendeudamiento. Para Adicae (Asociación de consumidores y usuarios de bancos y cajas), bajo estos préstamos se esconden tipos de interés demasiados altos y cláusulas que rozan lo abusivo.